Título original: Reflections in a golden eye
Editorial: Seix Barral
Traducción: María Campuzano
Colección: Colección Formentor
páginas: 128
Fecha: 2001
ISBN: 9788432219566
Este año se cumple el primer centenario del nacimiento de esta escritora americana que se desenvolvió con presteza y creatividad en temas donde abundaban los personajes llamativos, descarriados o desorientados dentro una sociedad tan clasista como la de principios del siglo pasado. Tampoco es ajena a aplicarse con maestría en los aspectos malévolas de los hombres así como de profundizar en las peculiaridades religiosas y sociales que marcaron el devenir de aquel entonces. Reflejos en un ojo dorado es la expresión de esa mentalidad en un ambiente militar allá por 1930.
Langdom y Penderton, oficiales del ejército americano, pasan su aburrida existencia en tiempos de paz en las viviendas reservadas para ellos dentro de una zona militar. Aislados del resto del mundo dejan vagar sus necesidades sin excesivas contenciones ni tan siquiera el menor sonrojo para mantenerlas a resguardo de su entorno más próximo. Leonora, sra. Penderton, mujer de pocas luces pero decidida no piensa aguantar la falta de interés de su marido, se ha liado sin complejos con Langdom al que le viene como anillo al dedo pues, déspota y sin consideración alguna, se manifiesta harto de una esposa enfermiza, ausente y deprimida desde la muerte de su hijo quien ha encontrado refugio en la predisposición y confianza de un grotesco y agradecido criado filipino.
El capitán Penderton pasa de los escarceos de su mujer y soporta con desdén a su contrincante pues sus necesidades van por un camino alternativo lo que le obliga a mantener una actitud cohibida pero atormentada frente al atractivo que le supone el soldado Williams como solución alternativa a unos sentimientos inconfesables en aquella época, mientras que éste aleja el rechazo infantil a las mujeres al descubrir a la exuberante Leonora transformándolo en una observación tan persistente como enfermiza. Dos miradas seducidas por la pasión de lo inconfesable dirigidas a objetivos diferentes en los que la sexualidad dará paso a una violencia implícita en su comportamiento y en una organización rígida, estricta y cruel como el ejército.
Allí donde las relaciones con los compañeros de profesión son inevitables, donde la falta de actividad aumenta la dificultad para rellenar las horas del día se da un germen especial para crear una atmósfera tumultuosa entorno a las personalidades de los personajes que actúan despreciando las convenciones sociales y dejando que los fantasmas interiores que los dominan ejerzan con libertad. Estos nuevos protagonistas que dominan la acción contribuyen de forma precisa a la destrucción de la convivencia dando paso a la falta de respeto, la infelicidad, la insensibilidad e incluso deja entrever una dosis de homosexualidad. Aspectos en los que la autora se centra sin complejos, obviando el lugar y el momento en que discurren, haciéndolos explotar en ese ambiente no solo puritano sino también estricto y opresivo con el único objetivo de presentarlos en sociedad sin entrar a emitir juicios explícitos de los mismos ni de sus posibles consecuencias.
La autora se lo ha puesto fácil al proponer un escenario donde no solo no es difícil sino que resulta muy propicio la creación de una atmósfera realmente atosigante que se va volviendo angustiosa por momentos, que sugiere la aparición de la violencia para poder desahogar tanto impulso contenido. Sin embargo no se muestra suficientemente ágil como para compensar un ritmo lento y una prosa densa y poco sugestiva, características implacables que impiden crear un seductor reclamo para el lector que se siente por momentos como un espectador sin escapatoria y en otros sorprendido por unas intrincadas relaciones cuando no aburrido por el cansino discurrir de los acontecimientos.
Carson McCullers nació el diecinueve de febrero de 1917 en Columbus, Georgia, Estados Unidos y murió el veintinueve de septiembre de 1967 en Nyak, Estados Unidos. 
Estudió Escritura Creativa en la Universidad de Columbia y en el Washintong Square College. Ejerció como escritora a pesar de una hemiplejía que padecía desde joven. Publicó, cuentos, teatro, ensayo y novelas.
Otras obras
El corazón es un cazador solitario
La balada del café triste
Reflejos de un ojo dorado
El aliento del cielo
¿Quién ha visto el viento?
Flankie y la boda
Los libros de Julián 